*Gracias al apoyo de Bavaria, cinco grandes personajes de la fiesta
recibirán capacitaciones para fortalecer sus oficios.
Alfonso Fontalvo, director de la
Danza El Torito Ribeño; José Llanos, director de la Comparsa Selva Africana y
maestro de artesanías; Ismael Escorcia, director del Disfraz El Descabezado;
Rubiel Badillo, artista plástico, maestro y constructor de carrozas y Ricardo
Rodríguez, director de la Danza Los Cabezones, recibieron reconocimientos por
su legado a las tradiciones del Carnaval.
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El Carnaval de Barranquilla es
considerado uno de los eventos más importantes del país, resaltando la
identidad folclórica y cultural de Colombia. Este año la empresa Bavaria
celebra las #TradicionesQueNosUnen y rinde homenaje a destacados
hacedores de nuestro Patrimonio de la Humanidad, que con sus historias hacen
posible que esta celebración cobre vida y perdure a través de los años.
Alfonso Fontalvo, José Llanos, Rubiel Badillo, Ismael
Escorcia y Ricardo Rodríguez se han encargado de transmitir de
generación tras generación, a través de diferentes técnicas, su legado
cultural. Con su trabajo artesanal ellos aportan la creación de
turbantes, máscaras carrozas y disfraces, que en cada versión del
Carnaval se convierten en símbolo de esta importante fiesta.
Alfonso Fontalvo heredó de sus
ancestros la Danza de Congo El Torito Ribeño, la cual dirige desde hace más de
40 años. Con sus coloridos vestuarios, acompañados de grandes turbantes llenos
de flores y vistosos colores, Fontalvo se roba las miradas en cada Batalla de
Flores y es protagonista en el desfile de la Gran Parada de Tradición, donde se
destaca entre decenas de grupos folclóricos que desfilan al ritmo de la música
tradicional. “Para
mí el Carnaval de Barranquilla representa el compromiso con una de mis grandes
pasiones: la danza; esta es una tradición que debemos celebrar siempre como
tesoro de nuestra memoria cultural, que año tras año vivimos y gozamos”,
afirmó Alfonso.
Un artesano nacido en Galapa
Atlántico, hace 71 años, es quien hoy le da vida a la Comparsa Selva Africana
en el Carnaval de Barranquilla. Con sus máscaras, José Llanos decidió apoyar la
tradición y se dedicó a estudiar en detalle la apariencia de tigres, leones,
elefantes, orangutanes y jirafas, para vestir una de las comparsas más
emblemáticas del Carnaval. “Yo quería hacer algo diferente, mi
objetivo era que cuando la gente me viera en el desfile se sorprendiera. Quise
traer África al Carnaval y lo logré”, afirma este artesano que, junto a
su familia, ha conformado una gran empresa cultural.
La nueva generación de artesanos
del Carnaval de Barranquilla está encabezada por jóvenes artistas como Rubiel
Badillo, quien lleva más de 10 años participando como diseñador y fabricante de
las carrozas que engalanan el tradicional desfile de la Batalla de Flores. “La primera carroza que
fabriqué fue en homenaje a Joe Arroyo, la hice con una temática africana porque
sabía que él valoraba mucho esa cultura”. El
artista es consciente del compromiso que adquirió uniéndose al Carnaval, pues
sabe que, como uno de los artesanos más jóvenes que participan en esta fiesta,
tiene como misión preservar las tradiciones y transmitir a las nuevas generaciones
el valor de una de las fiestas más grandes de Colombia.
Continuando con la tradición del
Carnaval, desde 1930, la familia
Rodríguez ha salido a las calles de Barranquilla con la Danza Los Cabezones, personajes
que bailan alegremente al
ritmo de los tambores que retumban en la Vía 40, durante la Batalla de Flores y
la Gran Parada. El responsable de este toque de alegría es Ricardo Rodríguez,
un hombre que con pasión destina parte de su salario y todo su tiempo libre a
diseñar y fabricar, enormes cabezas de personajes que
representan los deportes, la política y farándula. “Para
mí y para mi familia es un gran honor desfilar para que la tradición de los
cabezones se mantenga en el Carnaval¨, relata
Ricardo.
Por más de 60 años, Los Descabezados
han participado en los desfiles del Carnaval de Barranquilla y se han
convertido en un símbolo de este gran espectáculo. El precursor de este disfraz
es Ismael Escorcia, un hombre de 87 años, que inspirado en los cuentos de
terror que le contaban cuando era niño, las películas de la década de los 40, y
lo que vivió durante la época de la violencia en Colombia decidió convertir un
personaje que normalmente causaría miedo, en un motivo para celebrar y bailar
durante los carnavales.
“Es un
orgullo para mí personificar este disfraz. Todo empezó como una tradición
familiar que nació como un homenaje póstumo al caudillo liberal Jorge Eliécer
Gaitán, la fiesta en Barranquilla se siente con esta comparsa”, explicó Ismael.
Bavaria dictará una capacitación
con contenidos de la Universidad de Harvard para dar herramientas que les
permitan a estos artistas y artesanos continuar con su aporte al Carnaval de
Barranquilla, adicionalmente Bavaria entregó un incentivo económico que les
ayudará con su labor.
Estas historias son solo algunas
de las muchas que año tras año están presentes en el Carnaval de Barranquilla. Hay más.-
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