“Barranquilla puerta de oro, esta es la tierra
que más adoro, el vividero del mundo entero, para bailar y gozar”. Estas fueron
frases que se escucharon por cuadras enteras en el desfile de la Gran Parada
Carlos Franco, este domingo de Carnaval, repetidas con alegría carnavalera por
los integrantes de la comparsa “Pa’la calle”, conformada orgullosamente por
personas pertenecientes al proyecto de recuperación
e inclusión social para habitantes de la calle, que impulsa la Alcaldía
Distrital.
A lo lejos una puerta se abría de par en par y la calle, cual
alfombra roja, le daba la bienvenida a sus protagonistas: marimondas, monocucos,
son de negros, garabatos, congos, cumbiamberos,
que se disponían a bailar en el más aplaudido y concurrido Salón Burrero de las
calles de la Arenosa.
Fiesta de Carnaval que se respete debe tener su reina y este
caso no es la excepción. Su nombre: Mariela Isabel Ripoll de la Torre, una
poeta de la vida, una cantante empírica, una dama, “la segunda”, como ella se
autodenomina, que, empoderada de su roll de reina, agradecía con
lágrimas en sus ojos los aplausos que recibió del público barranquillero.
Mariela siempre quiso ser reina del Carnaval de Barranquilla
y su sueño se cumplió: es la reina de “Pa´la calle”, la primera comparsa del
programa Habitantes de la Calle, un programa de la Alcaldía Distrital de
Barranquilla, a través de la Secretaría de Gestión Social, liderado por la
primera dama del Distrito, Katia Nule, quien, orgullosa y agradecida por la
labor que se está realizando con estos 40 ciudadanos, hoy bailarines de gran
valor para la administración distrital, reconoció lo importante que ha
sido para cada uno de ellos el hacer parte del Carnaval.
“En esta administración la fiesta es de todos y ellos hacen
parte de la fiesta”, afirmó Katia Nule.
Lo que ocurrió este domingo de Carnaval el más recordado en
la historia de su nueva vida. Entre avalanchas de tambores, disfraces,
cumbia, champeta, son y mapalé, Mariela, la reina de reinas despide su
impecable presentación en el Carnaval de la Barranquilla de sus amores,
gritando con sentido orgullo ñero y pollera en mano “en Barranquilla me quedo”,
en un baile que la llevó a recorrer los barrios Olaya, San Felipe, Los Andes y
El Carmen. Por: Tony Lemus. Hay
más.-